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Tourmalet, Schleck, Contador

(Foto: © Roberto Bettini)

Los tres nombres propios del título bastan para definir la 17ª etapa del Tour de Francia 2010. El primero es probablemente la más importante de todas las grandes cimas que sube la caravana del Tour; el segundo es el mejor joven de la carrera por tercer año consecutivo, y con su victoria de hoy, su probable segundo puesto en la general y las perspectivas de lo que llegará, ya es un grande de esta carrera; y el tercero va a ganar su tercer Tour de Francia en su cuarta participación. Los tres se han ayudado de forma recíproca para alimentar y engrandecer su leyenda bajo la capa de niebla que ha saludado al pelotón en la etapa reina de la carrera.

Andy Schleck ha ganado en el Col du Tourmalet. Probablemente pasen muchísimos años hasta que otro ciclista inscriba su nombre de esta forma en esta cima, aunque sólo sea por una cuestión logística. Ha ganado tras diez kilómetros de subida en solitario, en compañía de Alberto Contador. Con todo el tiempo que han pasado juntos en carrera, probablemente ya vean a su máximo rival como un órgano más de su propio cuerpo. El luxemburgués dinamitó la carrera con un ataque a esos citados diez kilómetros de meta que, sorpresa, sólo pudo seguir Contador. Por detrás dejaron un grupo del que tiraba Robert Gesink en favor de su líder Menchov, junto al resto de sospechosos habituales de este Tour.

Schleck sólo tenía una forma para subir el Tourmalet y aspirar a desbancar a Contador, y la ejecutó tal y como debía: un primer ataque duro, sostenido en el tiempo, seguido de un ritmo muy exigente y muy prolongado, sin variar más de lo estrictamente necesario. Subiendo así, no había rival para ninguno de los dos dominadores de esta carrera, como nunca lo ha habido en realidad. Si Andy estuvo brillante en la proposición, a su altura estuvo Contador, que aguantó toda la subida a rueda, sin concesiones. Realizó un ataque a cuatro kilómetros de meta, para probar las fuerzas de ambos, pero el maillot blanco se lució para cogerle la rueda. Los dos estaban condenados a permanecer juntos, y lo celebraron con un pacto por la etapa.

Contador no disputó el sprint al llegar a lo más alto del Tourmalet. En meta reconoció que no quiso disputarle la victoria a Schleck porque éste había llevado todo el peso de la subida. Hay quienes pueden tomar este gesto como una prueba de caballerosidad y honradez, mientras que otros lo verán como un acto de artificialidad y un atentado contra la competición. Probablemente no haya una postura más correcta que otra y todo quede al aire de los matices personales. Más allá de eso, hoy Contador se acerca muchísimo a su tercer Tour, pese a que no ha estado brillante y apenas ha superado a su máximo rival. Será su quinta vuelta grande en seis participaciones, un dato al que cuesta encontrar precedentes.

(Foto: © Roberto Bettini)

Por detrás de la pareja de oro pasaron más cosas. Joaquim Rodríguez, por ejemplo, fue el mejor de todos los restantes, y a falta de la crono está séptimo en la general, un balance sobresaliente para su primer Tour. Menchov cedió ocho segundos ante Samuel Sánchez -con susto y caída al inicio de la etapa- pero es el favorito para acompañar en el podio a Contador y Schleck, con Van den Broeck a casi dos minutos de ambos. El navarruso tendrá que remontarle 21 segundos al asturiano. Otros nombres destacados del Tourmalet son Hesjedal (el nuevo top10 del Garmin de todos los años), Gesink, Kreuziger, Cunego, Horner o Roche, todos entre los doce primeros clasificados de la jornada.

Más atrás llegó Carlos Sastre, protagonista de buena parte del día. Cuando Sánchez se cayó, con la escapada ya formada, el líder del Cervélo aprovechó para salir del pelotón y reunirse con su compañero Konovalovas con el objetivo de llegar a la cabeza de carrera. No lo consiguió en la ascensión a la Marie Blanque y en el cuerpo a cuerpo en el llano ante los potentes rodadores de delante (Flecha, Boasson Hagen, Burghardt, Kolobnev y otros algo menos dotados) no tenía nada que hacer. Él lo sabía, su director lo sabía, los escapados lo sabían y el público lo sabía. El abulense se empeñó en la persecución vana durante dos tercios de la etapa, aun con todo. Después, ya en meta, pegó una rajada sobre el fair play y el ciclismo moderno. Las cosas de Sastre.

El Tourmalet nos deja más cosas para la resolución de la carrera. Entre ellas, que Charteau será el rey de la montaña, que Hushovd lo va a pasar mal para defender el maillot verde ante Petacchi y que RadioShack tiene en el bote la clasificación por equipos. También nos deja aspectos inclasificables, como la sensación de haber presenciado una jornada que será recordada durante lustros por la afición ciclista, por el escenario, los protagonistas y la batalla entre ambos.

David Vilares

La cadena del campeón

(Foto: © Roberto Bettini)

En uno de sus numeros más habituales, Thomas Voeckler coronó hoy el Port de Balès con el plato grande metido. El campeón nacional francés ya se sabía ganador de etapa antes del descenso hasta Bagnéres de Luchon, y quiso hacer una exhibición vana pero simpática a su paso por la cima del Hors Categorie del día, antes de lanzarse cuesta abajo hacia la meta. Unos kilómetros por detrás, Andy Schleck intentó otra maniobra mecánica similar que ha podido decidir el Tour de Francia 2010: en pleno ataque, al luxemburgués se le salió la cadena de su bicicleta, probablemente por un error propio -lanzamos el guante a algún cicloturista más o menos habitual a que dé su versión; servidor reconoce que su torpeza sobre la bici no conoce límites-, y perdió un puñado de metros determinantes con Alberto Contador.

A partir de ahí, a poco más de dos kilómetros para la cima del puerto, llegó una persecución desenfrenada con Denis Menchov, Samuel Sánchez y Alberto Contador por un lado, y Andy Schleck por el otro. Una vez que logró arreglar su avería, con muchos nervios y segundos de más, el maillot amarillo arrancó como un poseso con el fin de minimizar pérdidas. Al principio lo conseguía, y muy rápido -al paso por la cima de Balès, sólo cedía 14 segundos con el grupo de Contador, y ya había alcanzado el grupo inmediatamente anterior, con Van den Broeck, Vinokourov o Gesink-, pero en el descenso la inferioridad númerica  (sólo el belga del Silence aguantó con Andy) aumentó la diferencia hasta los 39″ que marcó el cronómetro en meta, suficientes para que haya cambio de líder.

Durante toda la subida a Balés, el Saxo había estado endureciendo la carrera. Antes del incidente con la cadena (chaingate), Schleck ya había atacado, con una buena respuesta de Contador, Samuel y Menchov. Tras el parón y reagrupamiento posterior llegó el ataque que ha cambiado la carrera para siempre, en el que Contador estaba sorprendentemente despistado. Era probablemente el ataque más duro del pupilo de Riis en todo el Tour de Francia y, aunque Contador estaba reaccionando, nunca sabremos qué habría pasado si esa cadena no hubiera saltado. Así se escribe la historia.

La acción de Contador de seguir hacia adelante y no esperar a Schleck ha dado pie a cierta polémica injustificada. Estos errores y estos lances van ligados con sangre al ciclismo e incluso al deporte. Hoy Contador (y Menchov y Sánchez) ha aprovechado una circunstancia de carrera frecuente, si nos evadimos del contexto, y que llega por un error de su rival. Manejar una bicicleta y ser ciclista profesional te expone a este tipo de acontecimientos. Todos los ciclistas se ven perjudicados de vez en cuando por este tipo de problemas, y no es la primera vez que una carrera se decide en estas suertes. Son las reglas del juego. Más allá de la carretera, el resto es un juego de declaraciones interesadas de los protagonistas, con poco interés y menos trascendencia.

Ajeno a la persecución y a la polémica, y siempre cerca de las cámaras de televisión, el entrañable Voeckler celebraba otra gran victoria que añadir en su palmarés. Es una victoria de mérito por dos razones: porque se pagaba muy caro filtrarse en la fuga del día -tras una hora de carrera, ningún intento había fructificado aún- y porque Voeckler fue el más fuerte de la escapada con mucha diferencia. A mitad de la ascensión a Balès, el líder del B-Box (notabilísimo Tour hasta el momento para el equipo de Vendée) apretó tanto a sus nueve compañeros que se quedó solo. Ni Ballan ni Pérez Arrieta ni el resto de escapados pudieron acercarse nunca a Voeckler, que ha mostrado una efectividad de killer: ésta era su primera fuga del Tour.

(Foto: © AFP)

Este desgaste de la hora inicial, añadido al acumulado de las dos semanas anteriores, abre las esperanzas para la etapa de mañana. Se ascenderán Peyresoude, Aspin, Tourmalet y Aubisque, cuatro de los puertos-estrella de los Pirineos. El problema es que el Aubisque se corona a 60 km. de Pau, ciudad que acoge la meta. Por otro lado, Andy Schleck parece enrabietado y su director es uno de los mayores megalómanos que jamás hayan conocido los coches de equipo. Es muy complicado que suceda algo grande, por las circunstancias de la etapa y de los equipos, pero hay motivos tímidos para el optimismo. Y, por encima de todas las cosas, nunca jamás se puede infravalorar al Tourmalet.

David Vilares

El ciclismo es Julio y se acabó

Anticlímax total

(Foto: © Roberto Bettini)

Pocas situaciones tan extrañas como la de hoy se han dado en la historia reciente del Tour de Francia. Vamos a ir al grano: a 20 kilómetros del inicio de la durísima ascensión a Pailhères, el Astana de Alberto Contador empezó a endurecer la marcha del pelotón. Por delante circulaban nueve escapados de poco peligro (Pierre Rolland, Geraint Thomas, Christophe Riblon, Amaël Moinard, Jurgen van de Walle, Benoît Vaugrenard, David Zabriskie, Stephane Auge y Pavel Brutt) y, aparentemente, menores opciones de victoria. El equipo kazajo mantuvo el ritmo hasta que el gran grupo empezó a subir, momento en el que siguieron tirando, con menos agresividad.

Mientras el grupo iba perdiendo unidades de forma sostenida, algunos advirtieron una buena oportunidad para llevarse la victoria de etapa. Primero lo buscó Rafa Valls -sigue dejando buen sabor de boca en su debut en el Tour-, después Carlos Sastre, con el recuerdo de su victoria en 2003 en la misma llegada de hoy, y más tarde Kiryienka y Cunego. Todos terminarían uniéndose al coronar el puerto, todavía con Riblon, Moinard y Van de Walle por delante, en este orden, en solitario y con dos minutos de ventaja. Con poco más retraso se encontraba el pelotón, en el que Dani Navarro inició la subida final a Aix 3 Domaines, con Vinokourov a rueda.

Ya durante el puerto de Pailhères habíamos podido ver a Andy Schleck y Contador muy atrasados dentro del pelotón, sin llegar a estar en la cola pero siempre alejados de las primeras posiciones. En Aix 3 Domaines, mientras Vinokourov y Navarro hacían la selección definitiva, Contador y Schleck flirteaban con las dos posiciones traseras del grupo. Así siguieron hasta que Vino acabó con su trabajo y, unos cuantos metros después, el pinteño arrancó. Ningún problema para el maillot amarillo: Schleck siguió el demarraje de Contador, y también lo hizo Menchov con algo menos de suficiencia. En vista de que el luxemburgués seguía soldado a su rueda, el dorsal uno del Tour frenó y se reintegraron al grupo los que no habían aguantado el ataque.

Poco tiempo después, Contador volvió a intentar marcharse en solitario. La respuesta fue idéntica y en ese momento, los dos, campeón y aspirante, se quedaron parados y juntos, de la misma forma que llevan toda la semana. Pero que se entienda bien el término ‘parados’: Contador y Schleck quedaron descolgados del grupo de Menchov, Samuel Sánchez, Robert Gesink, Jurgen van den Broeck y Joaquim Rodríguez. Uno dejó de seguir el ritmo del grupo y el otro se negó a salirse de su sombra. A río revuelto, Menchov, cuarto clasificado en la clasificación general, se lanzó a buscar unos segundos que le acercasen al podio de París, con Samuel persiguiéndole de cerca.

Cuando su desventaja llegó a superar el medio minuto, decidieron poner fin al curiosísimo esperpento e ir dando relevos para alcanzar al grupo. Han acabado perdiendo 14″ con Samuel y Menchov, finalmente juntos en meta. Por delante de todos ellos ha entrado el triunfador de la jornada: Christophe Riblon. Está claro que el francés se ha visto beneficiado por las inusuales circunstancias de carrera por detrás, pero no lo es menos que gestionó de forma admirable la ascensión a Aix 3 Domaines. Primera victoria para el Ag2r – La Mondiale en este Tour de Francia y, sin lugar a la duda, el triunfo más destacado en la trayectoria de Riblon.

(Foto: © AFP Photo)

La etapa de hoy nos deja muchas dudas en la pareja que se está disputando el Tour. Por una parte, Andy Schleck conserva un maillot amarillo que cada día pesa más y, a la vez, atenaza las piernas rivales, pero mantiene la rémora de la contrarreloj final, para la que 31 segundos parecen pocos; por el otro lado, aunque sigue siendo el máximo favorito para la victoria final, Contador hoy ha puesto a trabajar al Astana con el objetivo de recuperar tiempo e incluso el maillot amarillo, y ni siquiera ha podido despegar por un instante a Schleck. Ninguno de los dos sale convencido de la etapa, mientras que el espectador lo hace directamente desconcertado.

Pero, por raro que parezca todo, esto no es más que la consecuencia más extrema de la incontestable superioridad de Schleck y Contador sobre el resto del pelotón del Tour de Francia. Mañana tendremos el largo Port de Balès y su cima a 21 kilómetros de meta para esperar movimientos decisivos. Lleguen o no, difícilmente veremos algo tan poco usual como hoy.

David Vilares

Etapa para Andy, amarillo para Evans y pesadilla para Armstrong

Cuando empezó esta temporada ciclista los focos de atención se centraron en el nacimiento de diferentes bloques: BMC, Sky y Radioshack. Mientras que los primeros, tras una primavera decepcionante, encontraron ayer la gloria del amarillo los otros dos recibieron un mazazo tremendo.

Andy

Comenzaba la etapa poco antes de la una del mediodía, en un terreno ondulado camino de la primera cota de la jornada: la Cote de la Petite Joux. El perfil daba esperanzas a los caza-etapas que buscaron la fuga con ahinco y ciclistas de la talla de Taaramae, Cunego o Spilak se dejaron ver en los cortes. El nerviosismo del inicio dejo sus frutos en forma de caídas y en largas colas para visitar al médico en carrera.

Finalmente, tras 35 kilómetros de lucha y muchos intentos, el conjunto Cofidis, de los más activos, logró filtrar a Moinard y Minard en la fuga del día en la que encontraron otros 5 acompañantes: el incombustible Mario Aerts, Moernhout, Vagrenard, Riblon e Imanol Erviti.

El pelotón se dejo ir y la fuga tomó ventaja rápidamente hasta que el conjunto QuickStep estabilizo la ventaja y restaba esperanzas a los fugados.

La carretera siguió su rumbo camino del Col de la Ramaz, puerto de primera categoría, y primer gran juez de la etapa. En el grupo cabecero Moernhout, Aerts y Moinard tomaban ventaja y detrás se desataban las sorpresas. El conjunto Sky tomaba la cabeza del pelotón con el catalán Flecha que marcaba un ritmo que hacía perder contacto a corredores como Tony Martin o Pineau, maillot a topos rojos. Con Sky y Saxo Bank – que tomaba el relevo – en cabeza empezó a perder contacto también el líder de la carrera, Sylvain Chavanel. La gran sorpresa del día llegaría poco después cuando el siete veces campeón del Tour de Francia, con Horner y Brajkovic de acompañantes, empezaba a perder contacto con el grupo.

La noticia despertó al conjunto Astana que incrementó el grupo del pelotón reduciendo el número a unas cuarenta unidades. Detrás Armstrong comenzaba a decir adiós a sus ambiciones en la ronda gala. Los hombres de Alberto Contador siguieron en cabeza y la carrera llegó hasta el pie a la última cima del día y final de etapa: Avoriaz.

En el grupo continuaba el Astana marcando el ritmo y en la fuga el francés del Cofidis, Moinard, tomaba ventaja. Joaquin Rodriguez atacaba pero fue alcanzado no mucho más tarde por un pelotón que se reducía poco a poco convirtiéndose en lo que se llama el grupo de los favoritos. De estos Bradley Wiggins era el primero en perder contacto poco después de pasar la pancarta de cuatro a meta.

Se abrían las hostilidades y las reacciones. Atacaron Gesink, Kreuziguer, Van Den Broeck, algunos con más timidez que otros, pero al pasar por la pancarta del último kilómetro el grupo de favoritos formado por trece hombres (Andy, Samuel, Gesink, Kreuziguer, Contador, Evans, Van Den Broek, Leipheimer, Basso, Menchov, Sastre, Rogers, Purito) seguía compacto.

En el último kilómetro el ataque definitivo de Andy Schleck sólo pudo seguirlo el asturiano Samuel Sánchez. Con todo de cara para el corredor del Euskaltel – era un sprint con un Schleck – Samuel pecó de ambicioso primero tirando Andy y después lanzando el sprint desde lejos. El luxemburgués a su rueda espero que el asturiano se desfondase para sobrepasarlo sobre la misma línea de meta.

Etapa para Andy y amarillo para Evans que llegó, junto a gran parte del grupo, a diez segundos del dúo de cabeza.

Toni Rota

Séptimo disparo de Contador

El ciclista de Pinto se enfundó el primer maillot de líder del Critérium de Dauphiné al superar en las calles de Evian-les-Bains
al estadounidense del Columbia-HTC Tejay Van Garderen y al esloveno del RadioShack Janez Brajkovic.

foto: Graham Watson - biciciclismo.com

El prólogo, que presentaba una tachuela de cuarta categoría, Chemin de Chez Constantin, sirvió para entablar las primeras diferencias entre los favoritos. Anthony Delaplace inauguró la ronda gala en la que tomaron la salida 175 corredores. Los tiempos en cabeza se fueron sucediendo hasta la entrada en meta del ciclista del AG2R La Mondiale Christophe Riblon, perdurando en el primer puesto hasta la entrada en meta de Brajkovic, el cual rebajó el crono en siete segundos.

Llegó el turno para Tejay Van Garderen. El americano mejoró en tres segundos el tiempo del esloveno al parar el crono en 8.36. A priori un
gran tiempo que presagiaba la primera victoria para el joven valor del Columbia como profesional, tras cuatro segundos puestos esta temporada.

Con la salida en liza de Contador enfundado en los colores de la nacional, la clasificación dio un vuelvo. El madrileño paró el crono en
8.34
, adjudicándose la séptima victoria de la temporada una vez que Rubén Plaza pasó por meta.

foto: Graham Watson - biciciclismo.com

Así pues Contador presenta su candidatura a la victoria final, abriendo hueco sobre otros favoritos como el ruso Menchov -24 segundos- o Samuel Sánchez -35 segundos-. Mañana se desarrollará la etapa más larga de esta edición 2010, al recorrer los 228 kilómetros que separan Nancy de Dijon, en la que aventureros y sprinters deberán ser los protagonistas, si bien es cierto que la cota de Miribel-les-Echelles situada a 6 kilómetros de meta puede deparar más de una sorpresa.

Previa: Critérium du Dauphiné

-La prueba-

El domingo podremos decir de verdad que ya huele a Tour de Francia. El Dauphiné Libéré ha cambiado de nombre oficialmente al integrarse al organigrama de carreras de ASO: ahora es simplemente Critérium du Dauphiné. La que era la mejor carrera para preparar el Tour, ya no lo parece tanto: la nómina de vueltómanos es sensiblemente inferior a la del pasado, en la que prácticamente era una cita obligada para todos los que quisieran brillar en el Tour. Igual que sucede con París-Niza y Tirreno Adriático, la Vuelta a Suiza se ha convertido en un rival encarnizado del Dauphiné en la lucha por los mejores ciclistas.

En Suiza se corren más días, más cerca del principio del Tour y en una vuelta de tanto prestigio como el Dauphiné o más; la gran ventaja de la ronda francesa es contar con recorridos similares a los que se verán un mes después. En esta edición, la baja más destacada es la consabida por sanción de Alejandro Valverde, ganador en 2009 y 2008. Sí que se dejará ver por las carreteras francesas el ganador del Tour, Alberto Contador, el mayor atractivo de la carrera. En este primer año de ASO como organizadora, después de los problemas económicos con los que contaba la prueba, no han incluido ningún cambio drástico.

-La historia-

La prueba se celebró por primera vez en 1947 y tomó el nombre (Dauphiné Libéré) del periódico que la creó. Desde el principio fue celebrada en junio y en la región de Dauphiné, con lo que tuvo carácter de preparatorio para el Tour de Francia desde su génesis. Todos los grandes ganadores del Tour (Anquetil, Merckx, Hinault, Indurain y Armstrong) la han ganado al menos una vez y, de hecho, todos menos El Caníbal repitieron victoria. El palmarés incluye a otros ilustres del pedal, con mayor o menor suerte en Le Grande Boucle: Bobet, Poulidor, Ocaña, Thevenet, LeMond, Vinokourov, Dufaux,… Como dato curioso hay que remarcar que nadie gana Dauphiné y Tour en la misma temporada desde 2003, cuando lo hizo Lance Armstrong.

-El recorrido-

En 2010 se mantiene la estructura clásica del Dauphiné, con prólogo, dos etapas de transición, una crono larga y cuatro días con montaña, en mayor o menor medida. Para esta edición lo más destacado es el final en Alpe d’Huez, que no se subirá en el Tour, y la reaparición del circuito de Sallanches, mundialista a finales de los años setenta.

Domingo 6 de junio. Prólogo: Evian-les-Bains – Evian-les-bains (6 km.).
Altos:
Chemin de Chez Constantin (4ª, 2 km. al 4%).

La apuesta de C&H: Alberto Contador (Astana).

Lunes 7 de junio. 1ª etapa: Evian-les Bains – Saint-Laurent-du-Pont (191 km.).
Altos:
Mornex (km. 45, 4ª), Sallenôves (km. 83, 4ª), Chilly (km. 89, 3ª), Miribel-les-Echelles (km. 185, 3ª).

La apuesta de C&H: Edvald Boasson Hagen (Team Sky).

Martes 8 de junio. 2ª etapa: Annonay – Bourg-Saint-Andéol (177 km.).
Altos:
Saint-Jeure (km. 11, 4ª), Col des Nonières (km. 54, 3ª), Col du Moulin-à-Vent (km. 102, 2ª), Col du Benas (km. 124, 2ª).

La apuesta de C&H: Juan José Haedo (Team Saxo Bank).

Miércoles 9 de junio. 3ª etapa: Monteux – Sorgues (CRI, 49 km.).
Altos:
La Roque-sur-Pernes (km. 15, 3ª).

La apuesta de C&H: David Millar (Garmin – Transitions).

Jueves 10 de junio. 4ª etapa: Saint-Paul-trois-Châteaux – Risoul (210,5 km.).
Altos:
Risoul (km. 210, 1ª).

La apuesta de C&H: Mauricio Soler (Caisse d’Epargne).

Viernes 10 de junio. 5ª etapa: Serre-Chevalier – Grenoble (143,5 km.).
Altos: Col du Lautaret (km. 15, 2ª), Chamrousse (km. 112, Categoría Especial).

La apuesta de C&H: Cyril Dessel (Ag2r-La Mondiale).

Sábado 11 de junio. 6ª etapa: Crolles – Alpe d’Huez (151,5 km.).
Altos
: Fontaines (km. 13, 3ª), Col du Grand Cucheron (km. 49, 2ª), Col du Glandon (km. 99, Categoría Especial), Alpe d’Huez, (km. 151,5, Categoría Especial).

La apuesta de C&H: Alberto Contador (Astana).

Domingo 12 de junio. 7ª etapa: Allevard-les-Baines – Sallanches (148 km.).
Altos:
Rafforts (km. 62, 2ª), Domancy (3ª, km. 98; km. 109; km. 120; km. 131; km. 143).

La apuesta de C&H: Pierrick Fedrigo (BBox Bouygues Telecom).

-Favoritos-

  • Alberto Contador (Astana): Todos los ciclistas que tomen la salida el domingo saben que sus opciones de victoria se reducen casi por completo si Contador viene a ganar la prueba. Ésa es la cuestión: el año pasado, con un desarrollo de carrera muy favorable, el madrileño no se involucró en la lucha por la victoria y se conformó con rodarse. El recorrido le es perfecto y tal vez ya sea hora de añadir a su palmarés el prestigio del Dauphiné Libéré, como hicieron todos los grandes campeones del Tour.
  • Denis Menchov (Rabobank): Más de un mes después, Menchov volverá a las carreteras en este Dauphiné. El recorrido también se ajusta muy bien a sus características, por la exigente contrarreloj; su estado físico no será ni óptimo ni malo, en vista de que el Tour es su obsesión de la temporada. Brillará y se dejará ver con seguridad, pero ¿hasta qué punto?
  • Samuel Sánchez (Euskaltel Euskadi): Si Menchov ha tardado un mes en volver a la competición, en el caso del ovetense pasarán casi dos meses desde la Klasika Primavera. Aunque no le viene mal del todo, la contrarreloj individual le deja en desventaja respecto a los máximos favoritos. Aun así, su apuesta por el Tour le obliga a moverse en torno a las posiciones cabeceras.
  • Haimar Zubeldia (Team RadioShack): Dentro de una temporada absolutamente anodina, el ciclista vasco llega a una de sus carreras favoritas (el año pasado fue 8º, 5º en 2008, 4º en 2002 y 2º en 2000). RadioShack llega a Dauphiné sin el patrón Armstrong: serán los últimos momentos de libertad para Zubeldia hasta el Tour.
  • Sylwester Szmyd (Liquigas Doimo): Viene de un Giro de Italia durísimo, con un gran trabajo realizado para Basso y Nibali. Pero el año pasado también afrontó el Dauphiné después de acabar el Giro, y fue co-protagonista de uno de los momentos memorables de la temporada con su victoria en el Mont Ventoux. Sólo por aquella ascensión con el caído Valverde merece la inclusión en esta lista.
  • David Millar (Garmin – Transitions): Ojo al británico, que este año ha tenido algún momento de inspiración en la alta montaña y el año pasado se metió en el top10 de la carrera, con mejor participación. Es probable que se le atragante la suma de Glandon y Alpe d’Huez, pero si sobrevive a eso es tan favorito como el que más.
  • Janez Brajkovic (Team RadioShack): No se puede evitar sentir pena por los corsés que se ha ido vistiendo este talentoso esloveno durante toda su carrera, por mucho que hayan sido por decisión propia. Como en el caso de Zubeldia, aquí sí tendrá libertad de movimientos en función de la carrera, y está rindiendo muy bien en vueltas de una semana (11º en P-N, 9º en la Volta, 4º en CyL, 5º en Romandía, 9º en California).

La apuesta de C&H: Alberto Contador.